CICLO "MÁS ALLÁ DEL VAMPIRISMO DE LA POBREZA"
MÁS ALLÁ DEL VAMPIRISMO DE LA POBREZA
En 1978, los directores colombianos Luis Ospina y Carlos Mayolo perpetraron, con feroz energía, el cortometraje Agarrando Pueblo, en el cual señalaron la miseria moral y estética de las representaciones dominantes de la pobreza y el margen social en el cine colombiano en particular y del “tercer mundo” en general. Este “documental”, irónico y autoconsciente, desnudaba el triángulo que hacía posible el “vampirismo de la miseria”: unos sujetos sociales marginados de las promesas de desarrollo y bienestar, unos cineastas que aprovechaban esas condiciones y una mirada europea hambrienta de ver verificada su buena (falsa) conciencia. La expresión “pornomiseria”, todavía vigente, se acuñó en relación con este trabajo de Ospina y Mayolo
En las casi cuatro décadas que nos separan de tan brillante y pionera formulación, las representaciones miserabilistas se han hecho más sutiles pero el esquema general se mantiene. El ciclo MÁS ALLÁ DEL VAMPIRISMO DE LA POBREZA se propone pensar cómo los cines periféricos, o del sur, se piensan a sí mismos aquí y ahora y cuestionan ciertos cines oficiales y/o dominantes. Buscamos identificar alternativas al vampirismo donde los sujetos periféricos sean representados como agentes activos. Películas que liberan energías políticas y narrativas y posibilidades de subversión, para contrarrestar esa ficción de la diferenecia que Lucrecia Martel pone en una boca rebelde de su corto Nueva Argirópolis: “Todos pobres. ¿Qué, seremos todos tontos?”. Desde luego que no.
Pedro Adrián Zuluaga
Curador del ciclo
En 1978, los directores colombianos Luis Ospina y Carlos Mayolo perpetraron, con feroz energía, el cortometraje Agarrando Pueblo, en el cual señalaron la miseria moral y estética de las representaciones dominantes de la pobreza y el margen social en el cine colombiano en particular y del “tercer mundo” en general. Este “documental”, irónico y autoconsciente, desnudaba el triángulo que hacía posible el “vampirismo de la miseria”: unos sujetos sociales marginados de las promesas de desarrollo y bienestar, unos cineastas que aprovechaban esas condiciones y una mirada europea hambrienta de ver verificada su buena (falsa) conciencia. La expresión “pornomiseria”, todavía vigente, se acuñó en relación con este trabajo de Ospina y Mayolo
En las casi cuatro décadas que nos separan de tan brillante y pionera formulación, las representaciones miserabilistas se han hecho más sutiles pero el esquema general se mantiene. El ciclo MÁS ALLÁ DEL VAMPIRISMO DE LA POBREZA se propone pensar cómo los cines periféricos, o del sur, se piensan a sí mismos aquí y ahora y cuestionan ciertos cines oficiales y/o dominantes. Buscamos identificar alternativas al vampirismo donde los sujetos periféricos sean representados como agentes activos. Películas que liberan energías políticas y narrativas y posibilidades de subversión, para contrarrestar esa ficción de la diferenecia que Lucrecia Martel pone en una boca rebelde de su corto Nueva Argirópolis: “Todos pobres. ¿Qué, seremos todos tontos?”. Desde luego que no.
Pedro Adrián Zuluaga
Curador del ciclo