PALMARÉS
Por su habilidad en trabajar con la familia protagonista y reinventar sus imágenes de archivo familiar en una ficción cargada de personalidad con un pulso firme y maduro.
Por ser una película que nace en los márgenes de los márgenes, que camina por una cornisa poniendose en peligro a sí misma y a los espectadores, que se ha lanzado a buscar imágenes en el lugar mas inesperado sin tener la certeza de encontrar algo.
Por su ruptura con los márgenes en lo que consideramos los tiempos de una película, por su ruptura con los márgenes entre realidad y ficción y en especial por ser sobre y por la amistad.
Por ser una película de películas soñadas. Por su valentía a la hora de resucitar a un cineasta utópico y revolucionario. Por su versatilidad estilística y por atreverse a dibujar las imágenes que debieron haber existido. Por su militancia contra la censura y el terror.
Por las múltiples posibilidades y riesgos que el proyecto asume, prefigurando una película que renueva nuestros imaginarios políticos y poéticos, al tiempo que honra la complejidad de los tiempos que representa.